lunes, 10 de junio de 2013

Boicot a Facebook logra su objetivo


Las redes sociales son un espacio donde los internautas pueden comentar y compartir información, sin embargo existen ciertas normas sociales que pueden regular este intercambio de opiniones. En este caso la presión social se sobre puso a Facebook que se ha visto obligada a reaccionar tras una campaña contra la discriminación de las mujeres, y no sólo por la polémica que ha despertado en Internet, sino también por la pérdida de anunciantes. Una delgada línea separa las bromas crueles del discurso misógino, y el argumento de la libertad de expresión acaba donde empiezan los derechos de los otros. Hace dos semanas se publicaba una carta abierta apoyada por un centenar de organizaciones pro defensa de las mujeres en la que se pedía a Facebook que impidiera la publicación de contenidos misóginos, incluyendo imágenes de mujeres víctimas de violencia y abusos. La plataforma Women, Action & the Media conseguía que su iniciativa se convirtiera en viral.

La petición conseguía recabar más de 225.000 firmas a través del sitio web de Change.org. La carta abierta a Facebook solicitaba que la compañía tomara tres acciones. La primera, comprometerse a no tolerar los contenidos que trivialicen o glorifiquen la violencia contra las mujeres jóvenes y adultas. En segundo lugar, formar a los moderadores de la red social para que aprendan a reconocer los discursos que fomentan el odio de género. En tercer lugar, a entrenar a los moderadores de la compañía para que comprendan que el acoso en línea afecta de forma distinta a las mujeres que a los hombres. Además, ofrece varios ejemplos de grupos, páginas e imágenes publicados en Facebook que explícitamente apoyan o incitan a la violación o a la violencia doméstica, o sugieren que son hechos risibles o dignos de jactarse. Sin embargo, esta campaña anti-sexista no terminaba ahí, sino que invitaba a los internautas usuarios de Facebook a contactar con los anunciantes cuya publicidad aparece junto a esos contenidos que fomentan la violencia contra las mujeres.

Entre los anunciantes afectados se encuentra Dove, una marca de productos de belleza que pertenece a Unilever, la compañía de tarjetas de crédito American Express, y la cadena de televisión por satélite Sky. Los anuncios de sus productos aparecían junto a las imágenes misóginas denunciadas. Según informa el Financial Times, se han cancelado anuncios en Facebook debido a esta campaña contra contenidos sexistas; en concreto, se menciona al fabricante de automóviles Nissan y a Nationwide, una marca británica de servicios bancarios y financieros. Tanto internautas como anunciantes, demandan que esta red social controle mejor todo lo que allí se comparte y se publica.

Todos estos acontecimientos han obligado a Facebook a modificar su política de contenidos. En un reciente comunicado, la empresa reconoce que su “sistema para identificar y eliminar discursos de odio ha fallado (..) especialmente respecto a las cuestiones de odio de género”. Por eso, va a actualizar las condiciones de uso relativas a la definición de discurso de odio y a formar a sus moderadores. Además, la compañía va a requerir a todos aquellos miembros la red social que quieran publicar contenidos que no puedan considerarse discurso de odio, pero que sean humor cruel o desconsiderado, para que aparezcan con su identidad real y se responsabilicen de lo que comparten.

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