LAS VÍCTIMAS DEL CYBERBULLYING SON CADA VEZ MÁS | LA MALDAD HA ENCONTRADO EL ESCENARIO PERFECTO PARA HACER DE LAS SUYAS.
Si bien las redes sociales son el boom del momento y suponen un gran paso en la conexión con el mundo entero, amigos y seguidores, también parece que la violencia, la maldad y la delincuencia se han mudado a estos escenarios, y lo que empeora esta situación, es que no existe medidas de seguridad y protección que sean reales. Ahora, hostigar, atacar e incitar al odio y la violencia sobre todo hacia mujeres es más fácil que nunca.
Un claro ejemplo de ello son Carolina Picchio, una niña italiana de 14 años que se arrojó de un balcón por no soportar el tormento y las burlas de sus "'amigos'' en Facebook. Este caso nos lleva a recordar a la niña canadiense Amanda Todd, que también acabó con su corta vida luego de que le hicieran acoso digital. Una de las últimas víctimas que ha cobrado el cyberbullying, antes de nuestro cierre de edición, es el de Hannah Smith que también se suicidó después de ser acosada con mensajes anónimos de usuarios de una página web donde le decían que "tome lejía" o consiga un cáncer. La joven fue encontrada muerta la mañana del viernes 2 de agosto, en su domicilio de Lutterwortg, Leicestershire (Inglaterra), tras recibir horrendos mensajes de cibernautas en una red social. Hannah subió una imagen antes de la tragedia que decía: “¿Crees que quieres morir?, pero en realidad lo que deseas es ser salvada".
Los padres de Smith publicaron la triste noticia en las redes sociales y atacaron al portal por no hacer nada contra quienes enviaban ese tipo de mensajes negativos.
Estos y muchos otros casos han atraído la atención sobre el acoso y la violencia de género que se está dando en las redes sociales. Los mensajes de odio, maldad y discriminación antes estaban limitados a escenarios más pequeños, como escuelas, cartas personales y la calle, entre otros, y además el acosador de alguna forma tenía que dar la cara, en cambio ahora es posible que la maldad se expanda más y sin asomar su cara
¿NUEVOS ACOSADORES?
Se podría afirmar, lamentablemente y sin lugar a dudas, que el fenómeno del bullying no ha desaparecido, pero lo que es peor es que ahora ha emergido este fenómeno que comparte en esencia la misma conducta de agresión injustificada e intencionada pero con características propias derivadas del entorno virtual, tales como el anonimato y la incalculable audiencia a la que se puede llegar.
“No son mundos distintos, sino que lo que ocurre en la vida real en muchas ocasiones se traslada también al espacio virtual, sin embargo no se da en igual medida”, señala Rosario Del Rey Alamillo, profesora del Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad de Sevilla, representante de España en la Acción COST (European Cooperation in Science and Technology) sobre ciberbullying y el uso de redes sociales virtuales.
En este contexto, la especialista dice que “el problema es que los niños han aprendido solos a relacionarse en las redes sociales virtuales y no tienen conciencia del daño que pueden causar a un tercero, por un lado; y por otro, los adultos no conocen bien estas redes y por ello se les escapa la gravedad de los casos” dice.
Si bien ahora todo apunta a que las redes sociales tomen cartas en el asunto, es fundamental también que los padres adopten la misma posición.
Una comentario de una madre sobre la triste muerte de una de esa jóvenes dice: “No se puede culpar a las redes sociales, si bien deben ser reguladas, los padres tiene mucho que ver con esto. Al igual que en el bullying, el papel que jugamos es básico, nosotros debemos guiarlos y no socaparlos como suele suceder en estos casos”.
¿QUÉ HACER?
La regulación, concientización y alfabetización digital es urgente. Se debe educar desde cuestiones básicas sobre cómo proteger la privacidad, hasta otras más complejas que competen y deben asumir las redes sociales y los mismos usuarios.
Ahora no sólo se trata de los padres de Carolina Picchio y la justicia italiana que reclama a Facebook el por qué no fueron eliminados los mensajes que atormentaron a esta niña, sino que cualquiera de nosotros o lo que es peor nuestros hijos podrían ser víctimas de esto. Por ello es que todos los cambios que se están pidiendo a Twitter para que se eliminen cuentas con mensajes degradantes e intolerantes contra las mujeres, son totalmente acertados.
Afortunadamente algunas organizaciones están ejerciendo cierta presión a Facebook y Twitter para que se tomen medidas en el asunto. Gracias a la organización Mujeres, Acción y los Medios, Facebook está mejorando sus estándares de autorregulación y está entrenando a sus empleados encargados de controlar y eliminar mensajes discriminatorios, violentos o explícitos. Por su parte, Twitter está considerando la petición de las mujeres inglesas que realizaron mediante una carta firmada por más de 100.000 personas en Change.org- que solicitan contar con un botón predominante en sus cuentas para denunciar abusos.
Aunque la tarea no es fácil, es posible. Como ejemplo de ello es que en varios países se están realizando campañas e investigaciones al respecto. El objetivo es encontrar soluciones y poder detener este acoso que ya va cobrando varias vidas.
DEMANDA
La familia de Carolina Picchio estudia la posibilidad de demandar a Facebook por no remover el contenido que provocó el hecho. Carolina se suicidó luego de que se publicó un vídeo en el que aparece bajo los efecto del alcohol y desorientada. A raíz de esa publicación, recibió un sinfín de mensajes ofensivos que ocasionaron que se quitara la vida.
Lo que parecía ser simplemente una cadena de burlas ocasionales, terminó en tragedia, cuando la joven saltó de su edificio, por no poder soportar la situación. La hermana de Carolina y algunos de sus amigos afirmaron que reportaron comentarios abusivos en contra de la joven, por parte de su ex novio, esperando que se removieran, pero eso no sucedió.
Según el abogado del caso: “Al parecer algunos de los relativos a Carolina pidieron que se removieran los comentarios ofensivos y no se hizo por parte de Facebook”.
Además de las ofensas recibidas en Facebook, Carolina recibió más de 2.600 comentarios ofensivos a través de WhatsApp, según documentos de su defensa.
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